Dentro del marco de los eventos alternos a la COP16 Miguel Palacín, representante de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), en entrevista mencionó que las negociaciones que se están llevando a cabo entre los gobiernos del mundo buscan establecer un mercado de carbono y lucrar con la capacidad de áreas boscosas ubicadas en territorios indígenas de absorber CO2 antes que resolver el verdadero problema de emisiones que existe en la actualidad. Según dijo, se debe de respetar el convenio 169 de la OIT que establece el derecho a la consulta sobre cualquier proyecto que pueda beneficiar o afectar a las comunidades indígenas de los países signatarios. A pesar de ser un convenio internacional, normalmente la consulta no se da por parte de las autoridades, razón por la cual existen comunidades que han establecido la auto consulta como mecanismo de defensa. En Tambo Grande, Perú se evitaron numerosos proyectos mineros que contaminarían la región gracias a que el 98% de la población del lugar dijo estar en contra de la minería a través de este tipo de mecanismos.
La atención generada por el calentamiento global ofrece la oportunidad de poner en la mesa de debate todos aquellos proyectos que afectan directamente a las comunidades rurales, tales como las presas y las mineras. Según mencionó, existen 26 millones de hectáreas concesionadas a empresas mineras, tan sólo en Perú. Los proyectos de minería además de explotar los recursos de un lugar sin aportar beneficios substanciosos a las comunidades, contaminan los cuerpos de agua, liberan cianuro al medio ambiente y rompen el tejido social de un lugar. De acuerdo a sus declaraciones, para la extracción de un kilo de oro, se invierten 56 dólares, y se vende en cantidades que llegan a los 1300. Las ganancias no se quedan en las comunidades afectadas, mismas que quedan seriamente afectadas y contaminadas una vez terminada la extracción de minerales. Palacín también señaló que todo este tipo de proyectos se realizan con el fin de satisfacer un consumo irracional de bienes como latas de refresco, joyería y celulares, por mencionar algunos, que hacen uso de metales para su producción.
